"Nuestra compañía quiere contribuir a lograr un mayor acercamiento de los diversos públicos (especialmente aquellos en situación de marginalidad) a expresiones escénicas nacionales, actuales y de alta calidad.

Creemos que la cultura es pieza fundamental para el desarrollo sostenible de las comunidades, por ello pretendemos formar parte de la vasta y diversa riqueza cultural que caracteriza y engrandece a nuestro país."

De Nuestra Trayectoria

undada en 1998 por Elvira Trejo y Pako Martínez, nuestro proyecto de arranque, como Compañía Teatral Claroscuro, fue un taller de teatro, encaminado a brindar una opción de ocio a jóvenes preparatorianos con problemas de conducta y déficit académico. Se realizó en las instalaciones de la Escuela Nacional de Arte Teatral y engendró el libreto y el montaje de “El mal de la sed”, una propuesta escénica multidisciplinar que se presentó en la Carpa Geodésica.

Buscando participar de nuestro rico patrimonio nacional al difundir una de nuestras tradiciones escénicas más importantes, a la víspera del año 2000, estrenamos la “Pastorela 2000”, que al año siguiente cambió su nombre a “Los Enredos de Lucifer”. Este montaje ha visitado múltiples comunidades en pueblos, colonias y barrios y se ha mantenido de manera ininterrumpida, desde 1999 hasta la fecha presente, presentando cortas, pero nutridas temporadas al final de cada año. Por este montaje, nuestra compañía, ha develado dos Placas Conmemorativa en enero de 2006 y luego en diciembre de 2010 por 5 y 10 años ininterrumpidos de funciones, respectivamente, en el Museo Nacional de Culturas Populares. Las placas se hallan bajo resguardo de las autoridades del Museo.

Preocupados por generar una alternativa escénica para la niñez mexicana, que facilitara su acercamiento al Popol Vuh, uno de los patrimonios esenciales de nuestra cultura nacional, estrenamos, en 2002, el espectáculo interactivo “Niños de Maíz”, en el marco del programa “Jugando a sentir el Arte para crecer”, en colaboración con el Centro Cultural “El Juglar” y en connivencia con CONACULTA. Además de esa primera temporada, hemos realizado dos más, una en El Museo Nacional de Culturas Populares y otra en el Museo Universitario del Chopo. Con este montaje hemos participado en diversos Festivales de corte nacional e internacional y hemos visitado escuelas, museos, centros culturales, barrios y comunidades diversas, tanto en el D.F. como en el interior de la república.

Difundir el hábito de la lectura y promover, simultáneamente, valores para la convivencia armónica, en paz social y con respeto al medio ambiente nos motivó a estrenar, en 2005, el programa “Cuentacuenteando”, que busca la divulgación y, en algunos casos, el rescate de obras literarias de origen oral y escrito, mediante la dramatización de un repertorio (definido, pero no finalizado) de cuentos, mitos y leyendas. Como “Cuentacuenteando” es un programa muy versátil, con él, la compañía ha podido colaborar con múltiples instituciones y organizaciones, y ha visitado espacios y públicos de la naturaleza más diversa. Destacamos tres programas de intervención cultural, específicos, a los que dimos origen: “En Atizapán, todos los días es Día del Niño” en colaboración con el DIF de Atizapán de Zaragoza en casi 100 intervenciones, “Arte rodante por la Magdalena” en colaboración con la Coordinación de Cultura de la Delegación Magdalena Contreras en 13 intervenciones a los distintos pueblos, barrios y colonias de la Delegación y “Caravana del 6 de enero” en colaboración con el diputado Avelino Méndez en 22 intervenciones a los pueblos originarios de Xochimilco.

Otra de nuestras joyas patrimoniales, de suma relevancia nacional y regional, es La Leyenda de la Llorona. Buscando rescatarla y difundirla, en 2003 creamos una propuesta escénica modificable a la que denominamos “La Maldición de la Llorona”. Debido a sus características, este montaje ha sido representado en diversas versiones, desde la versión sencilla con dos actores en escena, hasta en versión de superproducción, con más de 60 artistas escénicos (actores, bailarines, acróbatas, músicos, etc.). Este montaje nunca ha tenido temporada en un espacio fijo, pero brinda funciones cada año, desde su creación, de manera ininterrumpida, durante la época de celebración de muertos. Con él, hemos visitando espacios alternativos muy diversos: panteones, casas de cultura, plazas públicas, playas artificiales, y hasta la isla de Tlilac, en medio de los canales de Xochimilco.

Visualizar  las trágicas consecuencias de la guerra, crear reflexiones sobre la equidad de género, ponderar el papel de la mujer en contextos bélicos y recuperar la memoria sobre la vida y obra del  gran poeta, músico y dramaturgo Federico García Lorca fueron los propósitos que dieron cauce a la creación de “La Pasión de Lorca”, estrenada en 2011, en el marco de la Décima Primera Feria Internacional del Libro en el Zócalo, esta propuesta escénica conjuga los talentos de una bailarina, una bailaora y una actriz, quienes interpretan situaciones emblemáticamente lorquianas, coloreando una cuidadosa selección de textos extraídos de “La Casa de Bernarda Alba”, “Yerma”, “Bodas de Sangre” y “Mariana Pineda”, en un contexto ambientado por canciones originales del poeta, canciones donde él colaboró y canciones inspiradas en él.

Con sus montajes, nuestra compañía ha colaborado en diversos proyectos culturales y con instituciones como: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, Direcciones de Cultura de las Delegaciones: Xochimilco, Milpa Alta, Coyoacán, Tlalpan, Magdalena Contreras, Iztacalco y Cuauhtémoc; Gobiernos Municipales de Atizapán de Zaragoza, Nicolás Romero, Zumpango, Chalco, Cocotitlán, Huachinango (Puebla) y Cuernavaca; así como la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma de Ciudad del Carmen y Universidad Intercultural Veracruzana.

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